viernes, 2 de julio de 2010

CONTAMINACIÒN… ¿SONORA?

Qué persona no ha escuchado muchas veces hablar entre eruditos y profanos de la contaminación ambiental. Sin entenderlo científicamente, tal vez, se sabe que la descomposición de la basura, los aerosoles, los detergentes, los animales muertos, el humo de los vehículos y de las fábricas vician el aire que respiramos.

Pero probablemente muy pocos conocen que hay un factor altamente contaminante que convive con nosotros, que lo pedimos a gritos en los bailes sociales y populares, que los establecimientos comerciales haciendo uso de él creen vender más, lo utiliza el chofer al hacer sonar la bocina y hasta los ambulantes del comercio. Es el señor ruido.

Pero, ¿qué han hecho las autoridades y nosotros para frenar tremendo atropello a la tranquilidad pública? Casi nada. Sobre el particular hay la legislación peruana ante la ley que castiga los ruidos molestos, pero como siempre es letra muerta.

Estudios científicos han afirmado que los sonidos –mejor digamos ruidos- muy fuertes provocan molestias que van desde el sentimiento de desagrado y la incomodidad hasta daños irreversibles en el sistemas auditivo.

Sólo nos queda, en consecuencia para parar o reducir por lo menos la contaminación sonora, el cumplimiento estricto de la ley. Instalar pantallas o sistemas de protección entre el foco del ruido y los oyentes, o el uso de materiales aislantes en las máquinas o lugares ruidosos. ¿Usted qué dice?


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